sábado, 10 de agosto de 2013

Premio Lima Clara Internacional 2013 al estudiante Ulises Barreiro del Profesorado de Historia.

Premio Limaclara Internacional 2013
Ante todo muchas gracias a las autoridades de la Editorial Limaclara ubicada en Lima, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Y al prestigioso Jurado internacional que premio mi obra.
Estimados colegas y amig@s este es un cuento que escribí que sucede físicamente una parte en la sala de lectura del Instituto de formación Docente N39 de Vicente López. En el cual mesclando conceptos de tiempo y espacio del presente paradigma físico actual y del venidero que tendrá a la física cuántica como exponente, trascurre una bella historia.

De esta Forma el cuento ¨Despertando en la sala de lectura¨ fue una de las obras premiadas junto a otras de otros autores de esta antología Internacional que estuvo compuesta por un prestigioso jurado internacional.

Me agrada compartir con ustedes esta narrativa fantástica.
Cariños.
Ulises Barreiro (Escritor)



                                     Despertando en la sala de lectura  


-¡Señor señor! ¡Despierte! -me dijo una voz femenina mansamente.
Así comienza mi relato. Yo soy un estudiante de formación docente. A rajatabla siempre dije y sostuve que si mis colegas buscasen las señales justas que el universo nos provee y podríamos encontrar las puertas que nos llevasen a los universos paralelos, o en su defecto, dependiendo el tipo de puertas que encontremos, a partes muy distantes de nuestro propio universo. Así veríamos de una vez por todas que realmente como especie existimos en este gran ecosistema siendo una parte más de un todo.

Como ya les dije, soy un estudiante que vive en Boulogne, Partido de Vicente López, trabajo en un complejo aeroespacial que funciona en la costanera de Vicente López. A simple vista parece un edificio con oficinas, de esos modernos que hoy en día abundan. Pero ese edificio baja 20 pisos hacia abajo cuando uno ingresa y más detalles por el momento no les puedo brindar.

Después de que esta bonita voz femenina me despertó, -recuerdo que era una tarde fría del mes de Julio…- Pero al instante quedé nuevamente dormido…. Y tuve un sueño, que me sacó de mi tiempo y de mi espacio. Estaba en una lejana galaxia, con sus respectivas estrellas y planetas, que cuales yo no conocía. Ya mi nave no viajaba, pero la actividad cósmica a mi alrededor era incesante, como la de cualquier galaxia de cualquier pluriverso. Había también un tránsito de asteroides y meteoritos de distintos tamaños. No sé por qué motivo en mi sueño tenía la idea que había viajado mucho. Incluso me daba la sensación de que técnicamente había viajado a través del tiempo. Digo técnicamente porque científicamente no podía, al menos por el momento, comprobarlo.

Poco después, me hallé ante una  gran sala, que era casi por completo de vidrio, y se podía ver el espacio exterior, con las estrellas, cuyas cúpulas de luz emitían destellos de luces doradas, púrpuras, violetas… Extrañamente el sol no estaba. Parecía que estaba ante un extraño y  pintoresco espectáculo, casi diría de tipo folclórico espacial. Se iniciaba una gran procesión intergaláctica por lo que podía ver y sentir. No estaba solo. Era un día o una noche especial. Al no estar el sol en mi vista, ni tener reloj, ni aparato alguno de medición, no podía darme cuenta en que época, tiempo, espacio, o presente me encontraba, y mucho menos si era de día o de noche. Llevaba puestos unos extraños ropajes recubiertos de blancas telas casi transparentes.  A través de la ventana de esta moderna nave veía como miles de destellos brotaban como flores de tomate en un tomatal, como el que Aurelia, una vecina tiene en Florida.

Salió una luz imponente, acompañada de dos destellos con tres intermitentes reflejos, los cuales arrojaron un extraño aroma nuevo para mí, y me causaron gran sorpresa e impresión.  Veía como todos a mi alrededor observaban con asombro cuanto acontecía a nuestro alrededor, no éramos más de diez seres humanos, no pude diferenciar los sexos, sí supe que eran todos humanos.  Vi como un anillo brillante de luz formaba un perfecto círculo… Dentro del círculo se veían estrellas brillar. Ahí inmediatamente comprendí todo, estaba saliendo a través de un agujero de gusano. Pude comprender que el extraño pero para nada desagradable olor que estaba sintiendo era  la “materia fantasma”, que se encarga, entre otras cosas, de desviar la luz. Así, la luz formaba automáticamente ese círculo luminoso.  Comprendí por qué los científicos nunca habían podido descubrir la “materia Fantasma”, pues la buscaban con los ojos y no con los otros sentidos, con el olfato.

En mi mente un pensamiento sentenció una premisa, “los agujeros de gusano que dan hacia otros mundos pueden ser reconocidos por la forma inusual en que curvan la luz”. Así dentro del círculo pude ver las imágenes que mi mente transmitía, y esas imágenes eran recuerdos y vivencias que yo tenía, incluso después pude comprender que algunos eran situaciones del futuro. Pude ver acciones de mi vida cotidiana. Por ejemplo, me vi en la cafetería de Maipú y Roque Sáenz Peña, casi en el corazón de Olivos. Bonita cafetería, a la que todos los sábados a la mañana me gusta ir a leer el periódico y a socializar con los vecinos. 
En otra de las tantas atemporales imágenes observé como en la histórica estación de tren de Aristóbulo del Valle compraba la comida para mi canino “Kevin”, un tranquilo bretón de color marrón y blanco que yo tengo. Todos los viernes añoraba pasar por la estación de Aristóbulo del Valle para comprar la comida de mi adorable amigo ”Kevin” y luego tomarme un cafecito de parado en lo de “Carlos”, un ex compañero del colegio “Ricardo Gutiérrez”, establecimiento hoy más conocido como “EGB N°11”.
Pasado el espectáculo del agujero, las luces de la nave se encendieron y pude ver con claridad donde estaba. Una anchísima columna atravesaba el salón empotrándose en el  medio de su cuerpo, conectando el cristal exterior de la nave. Luego no había decoración y era todo aluminio y cristal.. Nuestra nave se quedó dentro de este enorme círculo. Ahí pude comprender que lo que veía de color negro era la mismísima  “materia fantasma”.  Pareció además que todo se cubría de luces que se estiraban, luz que brotaba de todas partes…. Indiscutiblemente habíamos caído en un nuevo agujero de gusano del tipo inter-universo, al menos eso aparentaban las circunstancias que nos rodeaban. Este tipo de agujero de gusano asocia un universo con otro. Es decir  que nos estábamos desplazando de un espaciotemporal X a un espaciotemporal Y, de un espaciotemporal perceptible a otro de percepción diferente. De un universo a otro diferente, muchas verdades pude ver, y en todas estaban las imágenes de mi vida en los barrios de Olivos, Florida, Munro y Vicente López. Los agujeros de gusano son una especie de espuma espaciotemporal…. en poco tiempo tuve que grabar tanto en mi cerebro…  y allí por suerte me desperté. Al menos eso creía.

Me di cuenta que estaba atrapado en mi propio sueño nuevamente y en un agujero de gusano infinito del cual nunca más podría salir. Ni pude salir.   

-¡Señor despierte!   - Se quedó dormido -dijo una joven con una ronca voz, mientras me zamarreaba el hombro-. Ahí pude comprender, que tenía mi libro a medio cerrar, y que afirmativamente me había quedado dormido mientras leia  Por fortuna todo esto había sido un simple sueño. Miré alrededor y estaba en la biblioteca del Instituto N39 de la calle Agustin alvarez, a lo lejos pasaba caminando Graciela la encargada del centro de Fotocopias. Claro, ahí recordé, en el horario de almuerzo tenía dos horas para salir. Fijando la vista en el reloj, me di cuenta que solo me quedaban 15 minutos para volver al trabajo. En un acto realicé una tipificación de saberes y me di cuenta que no llegaría a tiempo. Pues en mi tiempo libre pasaba por la biblioteca de mi instituto, si de mi instituto. Así que le devolví el libro a la bibliotecaria y salí del estableciemiento. Caminé presurosamente las cuadras que me separaban del trabajo y cuando llegué  a estar a tan solo 100 metros me di cuenta que algo pasaba. El edificio no estaba.  Al ver esto corrí hasta el lugar, en efecto, el edificio no estaba. Sentí pánico pues en su lugar no había nada. Simplemente un terreno baldío sin rastros de que hubiese alguna vez una construcción. 

−− ¡Señor despierte! -Me dijo una dulce voz femenina-. 

Ahí me di cuenta que todo lo otro había sido un sueño de mal gusto. ¿O seria posible que mi médula se hubiera desarrollado y ahora yo tuviera conciencia propia de todas las dimensiones en las que estaba viviendo? ¡Simplemente no lo sé!  Después de nuevas vivencias por Vicente López, volví a despertar en una nave espacial… Y una voz femenina me dijo nuevamente: “¡Señor señor! Despierte”. Pasaron unos recuerdos… Luego volví a despertar en Vicente López… “¡Señor despierte!”.

                                                                      FIN

                                                            Ulises Barreiro 
Pertenecia Institucional; Instituto de Formación Docente N39 de Vicente Lopez, Bs As, Argentina.



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