viernes, 21 de abril de 2017

Crece el fascismo en Argentina

Diputados de la UCR denunciaron a Aldo Rico

Diputados del bloque radical presentaron una denuncia penal contra Aldo Rico por apología del delito, luego que el ex militar dijera que “no se arrepiente del alzamiento carapintada de Semana Santa de 1987″. "Debería haber ya aprendido que en democracia no se peticiona con las armas sino con los votos y la palabra. El problema y la gravedad de sus declaraciones es que hace suponer que si Rico estima que el contexto político hoy lo habilita ¿lo volvería hacer?," se preguntó la diputada Carla Carrizo.




jueves, 20 de abril de 2017

Se presenta el libro "La magia de Molinari" del escritor Ulises Barreiro en Buenos Aires



La secretaria de Cultura de la Municipalidad de Cosquín en conjunto con el Centro Cultural Barrilete tiene el agrado de invitarlo a usted a la presentación de la obra literaria "La magia de Molinari" que tendrá lugar el viernes 19 de mayo a las 19hs en la calle Salcedo 2654 del barrio de Barracas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

- Viernes 19 de mayo a las 19hs - 
- Entrada libre y Gratuita - 


Moderadora: Dominique Gromez (Antropóloga) 
Exponentes: Ulises Barreiro ( escritor)
Juan Saenz Valiente (Ilustrador) 





- Habrá sorteos de ejemplares de la obra "La magia de Molinari" entre el público presente que la Editorial Dragones Voladores obsequíara - 

¿Cómo llegar al Centro Cultural Barrilete?
El mismo se encuentra ubicada en Salcedo 2654, entre Avenida Jujuy y Catamarca, a dos cuadras de la estación Inclán de la línea H de Subte. Colectivos: 4, 6, 9, 25, 28, 50, 61, 65, 75, 97, 101, 118, 133, 143, 188 Subtes: Estación Inclán (Línea H), Estación Jujuy (Línea E).

Centro Cultural Barrilete Tel: (011)2065-5508. 
Correo: centroculturalbarrilete@gmail.com
- Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina -

Más información en: www.ulisesbarreiro.com.ar







domingo, 2 de abril de 2017

Hoy juega River a las 20hs

El pestilente círculo negro del espionaje por Carlos Pagni

Mauricio Macri suele lamentar la incomprensión de lo que denomina el "círculo rojo", y los sociólogos llaman elite: políticos, empresarios, sindicalistas o periodistas que evalúan las decisiones oficiales intoxicados por el exceso de información. Pasan los meses y va apareciendo con claridad otro grupo del que tal vez debería cuidarse más. Personas instaladas en las entrañas del poder, que utilizan fondos e instrumentos asignados por el Estado para perseguir o extorsionar, fuera de cualquier marco legal. Es un elenco que existe en todas las administraciones. El célebre Norberto Bobbio lo llamó sottogoverno. El problema de Macri es que ese pestilente "círculo negro", que se extiende bajo sus pies, ha comenzado a descomponerse y está fuera de control.
Parece imposible que Elisa Carrió y Cristina Kirchner coincidan en algo. Sin embargo, ambas denunciaron que desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se realizan operaciones clandestinas. La misma naturaleza del delito hace que sea difícil de probar. Sin embargo, desde hace cuatro meses, LA NACION viene accediendo a datos que vuelven muy creíbles las manifestaciones de esas dos rivales. Se trata de documentos que, por sus características, y por la altísima confiabilidad de quienes los proporcionan, corroborarían la existencia de una unidad de inteligencia ilegal en esa repartición. La información podría ser avalada por testigos ante un requerimiento judicial.
Los blancos de esas tareas de espionaje son, según esas fuentes, muy variados. Un agente cuyo nombre comienza con G tiene en la mira a Lionel Messi. Sería para indagar en una sociedad que apareció en los Panamá Papers. Messi es un objetivo inesperado. Hasta que se recuerda que al frente de la AFI está el broker de futbolistas Gustavo Arribas. ¿Será también por eso que el espía I investigaría a Carlos Ahumada Kurtz, quien hasta octubre conducía Estudiantes de San Luis? Alguien cuya inicial es S seguiría también a Julio Koropeski, del club Crucero del Norte.
Quizás Arribas sea inocente. La antigua SIDE recibe la influencia del presidente de Boca, Daniel Angelici, y de su vicepresidente 3º, Darío Richarte. A ellos reportan el director de Finanzas, Juan José Gallea, y el de Asuntos Jurídicos, Juan Sebastián De Stefano, novio de Loreley Bianco, la nueva presidenta del Consejo de la Magistratura porteño. Gallea fue director de Finanzas del grupo de medios de Sergio Szpolski, bajo ambos Kirchner.
Estas conexiones quizás expliquen por qué el aparato irregular de la AFI puso la lupa sobre el empresario Matías Garfunkel. El espía a cargo es, de nuevo, I. Garfunkel denunció hace un año a Richarte y a Gallea como socios ocultos de Szpolski. Después de hacerlo, padeció hostilidades que lo obligaron a exiliarse. El mismo agente I perseguiría a Mariano Martínez Rojas, comprador de ese grupo mediático. Martínez Rojas declaró que Szpolski, Gallea y Richarte lo estafaron.
Entre los objetivos de estas persecuciones clandestinas figura el legislador porteño Gustavo Vera, crítico de Stiuso. Sus observadores son A y D. Es posible que, si escuchaban el teléfono de Vera, hayan reconocido la parsimoniosa voz del Papa. Hace un año, Vera denunció a la subdirectora de la AFI, Silvia Majdalani, por lavado de dinero. El juez Julián Ercolini ya la sobreseyó.
El detective G husmeó en Terrazas de Lerma, constructora del ex juez Raúl Zaffaroni y el periodista Juan Di Natale. El agente S vigila al camarista Eduardo Freiler, a pesar de que su escandaloso enriquecimiento está reflejado en documentación pública. S no da abasto: también debe informar sobre Gustavo Cinosi, ex socio del abogado de Lázaro Báez, Jorge Chueco, y gestor en las sombras del ex amigo de Cristina Kirchner, Carlos Zannini. Los partes consignan: "Se elevó a Silvia lo que se encontró". Silvia sería Majdalani.
Majdalani niega ser la organizadora de una Inteligencia paralela, como le atribuyó Carrió. Hasta se presentó ante el juez Ariel Lijo para refutar cualquier reproche. Pero estos indicios darían la razón a Carrió. Majdalani habría encomendado estas actividades al logorreico Eduardo Miragaya, apartado de la AFI el 15 de marzo último. A Miragaya -¿el "Eduardo" mencionado en los documentos?-, le atribuyen el montaje con el cual el abogado Santiago Viola pretendió probar una reunión entre Báez, el juez Sebastián Casanello y Cristina Kirchner. Los testigos, procesados por mentir, confesaron que los instigó Viola y "un fiscal".
En un año, los principales directores dejaron la AFI. Los desbandes liberan información. Ahora se sospecha que Majdalani intervendría teléfonos desde una base de la calle Billinghurst, a cargo de Román Albornoz, un ex profesor suyo.
Hay investigaciones cuyo móvil es enigmático. G, que sigue a Messi, observa a un tal Ginebra, constructor de Puerto Madero. Los espías A y S controlan a la Iglesia Universal del Reino de Dios. Mientras estudia a la financiera Brick, "que habría canalizado transferencia a Nisman", S controla la peluquería canina Koketitos, en Las Cañitas. ¿Se pueden descartar extorsiones?
Los informes detallan las maniobras. En el seguimiento de un financista llamado Castellucci, a cargo de S, se consigna: "Mail y pedirle a Diego Dalmau gente de calle para operar con la cueva. Hay que armar precausa". Dalmau es jefe de Contrainteligencia.
Las precausas son ardides para disfrazar prácticas que violan el artículo 13 de la ley de creación de la AFI. Elegido un blanco, los agentes solicitan un permiso judicial para intervenir comunicaciones durante 60 días, con opción a otros 60. Si no se encuentra delito, se destruye lo observado. El juez no va a sorteo. Lo elige el espía. El kirchnerismo, que se cebó con esta receta para vigilar opositores, ahora la padece. Oscar Parrilli denunció que le armaron una precausa para escucharlo a él y a la señora de Kirchner. La jueza María Servini de Cubría lo admitió, aclarando que ordenó destruir los registros. Sin embargo, esas conversaciones circulan por los medios sin desatar un escándalo institucional. Y algunos custodios de la República, como Juan Manuel Urtubey, las comentan como si fueran declaraciones oficiales de sus competidores del PJ. Cristina Kirchner estudia pedir el juicio político de Ricardo Lorenzetti. Sería otra convergencia con Carrió. La Corte es la responsable de las observaciones judiciales. Pero el culpable de no haberlas destruido sería Miragaya, que estuvo a cargo del archivo de la AFI.
Frente a estos descalabros, la indiferencia de la comisión legislativa que, a cargo del radical Juan Carlos Marino, debería vigilar a los organismos de inteligencia, es asombrosa. La falta de tutela democrática sobre el espionaje, muy antigua, fue llevada por el kirchnerismo a extremos desconocidos. Macri, que fue víctima de ese método, al presentar su gabinete, el 2 de diciembre de 2015, prometió: la AFI "estará al servicio de la seguridad nacional, y no como en los últimos años, que se usó para hostigar y espiar a los ciudadanos". Todavía no cumplió. A pesar de que Jaime Durán Barba, el inventor del "círculo rojo", aconsejó eliminar el "círculo negro", Cambiemos sigue expresando una brutal continuidad.

Marcha de antorchas hoy a las 18hs a la quinta Presidencial de Olivos

En defensa de la escuela Pública....

Un Metrobus ahí...... Por José Natanson

La gestión del gobierno de la Ciudad es uno de los grandes malentendidos de la política argentina. 

Se ha hablado hasta el cansancio de “la maldición de la provincia de Buenos Aires”, la anomalía de que ninguno de los gobernadores del distrito más importante del país, el que concentra alrededor de un tercio de la población y el PBI, haya sido elegido presidente, maldición que en verdad tiene una explicación bastante simple: el gobernador bonaerense es siempre un competidor natural del presidente, que hace lo posible por bloquearlo, y la provincia es tan enorme y densa que su máxima autoridad suele quedar enfangada en las dificultades de una gestión crónicamente deficitaria, como un fusible de gobernabilidad. 


En cambio se habla menos de la Ciudad Autónoma, pese a que ya dos de sus alcaldes fueron elegidos jefes de Estado. Con un PBI per cápita que duplica la media nacional y equivale a 14 veces el de Santiago del Estero, una estructura económica que descansa básicamente en recursos propios y una superficie mínima, se trata de un distrito-vidriera, una catapulta: en sus ocho años al frente del gobierno de la Ciudad el macrismo avanzó poco en materia de salud y educación públicas, quizás consciente de que la mitad de los porteños prescinde de ellas, y puso al tope de sus prioridades presupuestarias a la seguridad, con la creación de la Metropolitana, y al espacio público, con la mejora de las plazas y el transporte. Como escribió Martín Rodríguez (1), ubicó lo público por sobre lo estatal. 


El éxito porteño del PRO, y las dificultades que enfrenta en el gobierno nacional, se explican también por su voluntad de exportar el know how del sector privado a la gestión pública. En cierto modo, la idea de que es posible manejar el Estado como si fuera una empresa o un club resulta factible –y hasta, en algunos casos, interesante– cuando se trata de municipios o provincias, donde la mayor parte de las decisiones están vinculadas a cuatro áreas muy concretas: salud, educación, seguridad y espacio público. Pero resulta definitivamente inadecuada como criterio para gobernar el Estado nacional, que a diferencia de las unidades subnacionales decide sobre cuestiones mucho más complejas como el tipo de cambio, las relaciones exteriores, los impuestos o los jueces de la Corte Suprema.


Los problemas para pegar ese salto, que es cuanti pero sobre todo cualitativo, quizás expliquen los singulares zigzagueos, la lentitud gestionaria y la subejecución rampante que arrastran vastas áreas de la administración PRO. Un gobierno, cualquier gobierno, es siempre un entramado contradictorio de políticas. Ninguno es monolítico; por más homogeneidad que se le quiera imprimir, tarde o temprano aparecen las contradicciones. El ideal del gobierno esférico –desprovisto de aristas filosas, sin ángulos escondedores– no existe. Y sin embargo, y aquí radica la inteligencia del verdadero estadista, la historia recuerda a los líderes por apenas un puñado de decisiones, a veces incluso menos: el alfonsinismo reconstruyó la democracia, el menemismo destruyó la inflación, el kirchnerismo nos sacó de la crisis (o: el alfonsinismo no pudo gobernar, el menemismo dejó una bomba de tiempo, el kirchnerismo fue un simulacro de progresismo). 

Si la memoria consiste básicamente en seleccionar los olvidos, ¿cómo será recordado el gobierno del PRO, qué cosas quedarán y cuáles le serán perdonadas? Transcurrido un tercio de su mandato, el macrismo tiene pocos resultados concretos que mostrar. Desde el punto de vista social el deterioro es evidente: todos los indicadores –indigencia, pobreza, desempleo, desigualdad– se alinean en contra, y sólo la decisión de sostener el sistema de protección creado por el kirchnerismo evita que la situación se desplome del todo. Desde el punto de vista político, los éxitos parlamentarios y la docilidad sindical del inicio fueron reemplazados por un panorama más complejo que seguramente se irá enredando conforme se acerquen los comicios de octubre. 

Y desde el punto de vista económico, que es donde se juega la suerte de las elecciones de medio término, el gobierno tampoco ha conseguido hasta ahora éxitos constatables. El shock inicial de devaluación, fin del cepo, acuerdo con los buitres y desregulación de algunos mercados (notoriamente telecomunicaciones) fue reemplazado por una estrategia más gradual, una especie de ajuste en cámara lenta que marca un contraste con los guadañazos del menemismo pero que, salvo al campo, deja disconformes a todos: a los sectores populares cada vez más sumergidos, a las clases medias que ven cómo su situación se deteriora progresivamente y a los empresarios, que se quejan de que la economía no arranca. Sin boom exportador y con el mercado interno retrayéndose, el macrismo demora las reformas estructurales, sobre todo la laboral, que quiere pero no se anima a encarar.

El resultado es un gobierno trabado, con una gestión que no está a la altura de su espíritu reformista, y que apuesta sobre todo a la optimización de los recursos escasos, la baja del costo laboral y la inversión social estrictamente necesaria. Este modelo de gobierno low cost sostiene la coyuntura pero no enamora, administra pero no abre nuevas rutas. Y últimamente recurre a una fórmula compensatoria que busca crear una sensación de dinamismo: el decreto anti-inmigrantes, la amenaza de reprimir los piquetes y el conflicto con los sindicatos docentes constituyen atajos demagógicos más destinados a distraer a la sociedad que a enfrentar los problemas de la inseguridad, la pobreza o la educación, que difícilmente se resuelvan encarcelando bolivianos, prohibiendo las manifestaciones o desafiando a Baradel.

Es curioso, pero en este punto el gobierno del PRO se comporta de manera no tan diferente a como se comportaba el kirchnerismo, que también recurría a una sobrecarga del relato como modo de exorcizar el declive económico, con la diferencia de que aquella saturación retórica ocurrió luego de una década larga en el poder mientras que ésta sucede al inicio. Y que, mientras el gobierno anterior abrumaba de patriagrandismo nac&pop, el actual sobreactúa su rol de garante del orden público y su liberalismo reformista, dimensión discursiva que se desliza al territorio de lo inverosímil con las apelaciones al vocablo “revolución”: si clásicamente la idea de revolución aludía a un cambio radical simbolizado en la toma de una prisión, un palacio o al menos un gobierno, y si la nueva izquierda la adjetivó de bolivariana, ciudadana o indígena para pintar su programa transformador, el macrismo recurre a ella con liviana frecuencia. Un populista o un izquierdista lo pensará mucho antes de pronunciarla, pero Macri habla sin mayores problemas de revolución de los valores, de revolución educativa, de revolución de la obra pública e incluso de revolución del… arándano (2).

Y sin embargo, el macrismo resiste. ¿Por qué, pese a la ausencia de progresos en prácticamente todas las áreas, no termina de hundirse en la consideración pública? Fundándose en datos de encuestas (3), Ignacio Ramírez sostiene que la grisura gestionaria de Cambiemos no afecta su imagen porque su contrato electoral no estaba basado en un contenido programático específico sino en el impalpable significante del cambio, la promesa del cierre de una etapa, que cumplió desplazando al kirchnerismo del poder, construyendo una poética de diferenciación con el ciclo anterior y administrando con inteligencia lo que el sociólogo Pierre Rosanvallon llama la “política de las intenciones” (4): un gobierno al que quizás no le salgan las cosas pero que quiere lo mejor, que escucha a todos y que está dispuesto a reconocer sus errores.

Esto es posible porque la distribución de las preferencias políticas se mantiene más o menos igual que antes de las elecciones. Por más que los herederos de Ernesto Laclau insistan con sus polarizaciones de papel maché, la sociedad argentina sigue dividida en tercios: un polo kirchnerista, uno anti (hoy macrista) y un centro que se desinteresa o duda. La polarización es el sueño eterno de las minorías intensas que transpiran la noche insomne del cable. Por eso la astucia electoral del macrismo consistió en agregar al voto natural anti-kirchnerista el difícil electorado centrista, al que tuvo que tranquilizar prometiéndole que no privatizaría YPF ni eliminaría los planes sociales. Del 30 por ciento de las PASO al 34 por ciento de la primera vuelta, y de ahí al 51 del ballottage, el macrismo construyó una polarización controlada que lo llevó derechito a la victoria. Recrearla es su gran apuesta para octubre.

¿Podrá? Las movilizaciones de las últimas semanas, que comenzaron con el acto sindical del 7 de marzo, continuaron con la marcha docente y concluyeron con la conmemoración del aniversario del golpe de Estado, expresan el malestar de sectores crecientes de la sociedad, reflejado también en la convocatoria al paro general de la CGT. Frente a este panorama tormentoso, el gobierno busca a tientas su Plan Austral, su convertibilidad, su ley de medios. Y explora, como señalamos, una serie de iniciativas alejadas de su programa original: el discurso punitivista que tenía el copyrigth del massismo, los debates en torno a la represión de la protesta social y, sobre todo, la confrontación con los gremios docentes, en la que decidió jugar su capital más valioso, que es la imagen de Vidal. “Necesitamos un Metrobus”, se sincera un funcionario. Consciente de que no hay cambio sin hegemonía, el macrismo se acerca a la segunda mitad de su mandato con un giro hacia políticas más duras y confrontativas. 

1. “Manteros o el PRO al desnudo”, en LPO, 17-1-17.
2. En la última década se sextuplicó la superficie cultivada.
3. “Cómo se sostiene la imagen positiva del gobierno”, en Bastión Digital, 23-12-16.
4. El buen gobierno, Manantial, 2015.

Gano Boca


El gol de Bene...tti

La Bombonera empujó, Guille lo craneó y Benedetto ejecutó para que Boca gane un partido bravo y siga firme arriba. ¡Cómo no va a valer treparse al alambrado!


                                       

olís está paradito ahí, a un costado del campo de juego, y todavía no se ve el cartel con el número del jugador que sale. En las tribunas de la Bombonera, que desde hace rato le reclama al equipo que se mueva, se levantan apuestas para ver quién sale y hay varios que hacen méritos. Así estaba el partido, así de desconcertado estaba Boca en el segundo tiempo, cuando Defensa y Justicia le había cerrado todos los caminos para llegar de un área a la otra. Pero Guillermo, en su espíritu ofensivo de cambiar ataque por ataque, no dudó en volver a sus fuentes: sacó al volante central (Sebastián Pérez), revivió el 4-2-3-1 que estaba hecho para Tevez y también revivió a su equipo. 

Y no pasaron ni diez minutos hasta que Centurión volvió a ser él después de un rato de ausencia (encaró en la puerta del área y pasó entre cuatro), Benedetto tuvo la fortuna de todo goleador y después de pifiarla y que diera en el travesaño, Solís le sirvió una nueva oportunidad y no dudó en fusilar al arquero. Fue su gol, pero también fue de la gente que empujó para despertar a sus jugadores. Fue su gol, pero también de Guillermo que anticipó cómo podía abrir el partido y se jugó. Para seguir firme en la punta y que la presión sea de los que vienen atrás.


El gol fueron tres puntos, pero mucho más. Primero, sirvió para dejar atrás la derrota contra Talleres y evitar que la Bombonera se convierta en un karma -y nada es más importante que eso. Después, fue superar todos los obstáculos que le propuso Defensa, a partir de una línea de cinco defensores que achicaba muy bien, hacía corto al equipo, no dejaba espacios y sacaba a los laterales para tapar las subidas de los laterales de enfrente. Así y todo, Boca es un equipo que siempre tiene latente la posibilidad de llegar hasta abajo del arco en tres toques, pura verticalidad. Y en cuanto logra zafar de los cerrojos que propone el rival, lo consigue. Como ante Banfield, como ayer. En el primer tiempo, fueron tres muy claras: dos de Centurión de arranque y un cabezazo de Benedetto en el palo a los 45.
El gol llegó en el momento justo. Cuando Defensa más había dejado a Boca sin respuestas, sin salida, sin la pelota, obligándolo a jugar largo y mal (la llave para encontrar los caminos la tenía Gago, que estaba sentado a un costado del campo). Cuando Kaprof había tenido la única chance de su equipo en todo el partido y Vergini se la había atajado tirándose adelante con todo el cuerpo. El gol valía un festejo así. Trepándose al alambrado como en los 90. Como festejaban Manteca Martínez y Batistuta, como festejó Benetti en el Apertura 92. Como lo hicieron Benedetto, Centurión y Cía..

1982 - 2017

Malvinas: los chicos murieron, los jefes los torturaron

Las vejaciones sufridas por soldados a manos de oficiales y suboficiales es uno de los costados más aberrantes de la guerra. Parafraseando el histórico canto “los chicos murieron, los jefes los vendieron”.

Mario Benjamín Menéndez, Gobernador de las Malvinas designado por el genocida Galtieri

Las Malvinas fueron un campo de batalla no sólo contra el imperialismo inglés. En las islas se libraba una batalla interna también en condiciones de extrema desigualdad. Soldados con escaso entrenamiento y alimentación aún más escasa, sin abrigo ni calzado acorde al frío feroz, armamento obsoleto, luchaban también por sobrevivir a las condiciones que impusieron sus cobardes e irresponsables jefes.

La dictadura genocida replicaba en las islas los métodos empleados en el continente: la tortura y el encierro como disciplinadores. Los que se rindieron ante el imperialismo sin tirar un solo tiro como Alfredo Astiz, y que después pretendieron llamarse “héroes”, se jactaban de haberse hecho del poder y llevar adelante, durante seis años, un genocidio contra los trabajadores y el pueblo.

Las denuncias de los soldados dan cuenta de aberrantes métodos de tortura por parte de los oficiales, de muertes por congelamiento y por hambre. La oficialidad, en cambio, comía y bebía como si a su alrededor nada estuviese ocurriendo.

Mucho tiempo pasó luego de la guerra para que esto se hiciera público. Las Fuerzas Armadas hicieron correr el pánico para que nadie hablara. Así se entiende la tasa de suicidios entre los excombatientes. Si bien el Estado no tiene estadísticas los excombatientes calculan que alrededor de 350 se quitaron la vida.

En 2007 se empezaron a presentar denuncias de torturas en una causa que se sigue en Río Grande, Tierra del Fuego, y que llegó a reunir cerca de 120 casos en los que se imputó a 70 oficiales y suboficiales.

La mayoría de esos testimonios relatan escalofriantes tormentos. Sufrieron congelamiento de los pies por la humedad y el frío del terreno, desnutrición, estaqueamiento, enterramiento en fosas y otros tipos de castigos físicos por haber dejado sus puestos para salir en busca de la comida que escaseaba entre los soldados.

Silvio Katz, uno de los conscriptos que realizó las denuncias, apuntó directamente contra su oficial Flores Ardoino. En una entrevista a Página/12 de abril de 2012 relató que a él y otros soldados Ardoino les “sacó lo que habíamos comprado para todos y nos estaqueó. Era como Túpac Amaru sin caballos. Ponen cuatro estacas en el suelo y te ponen con los brazos y las piernas estiradas a diez centímetros del suelo. Veinte grados bajo cero y vos con calzoncillos y una remera de manga corta. Y te dejan horas. A mi compañero, porque era ‘rebelde’, le puso una granada en la boca que si llegaba a escupirla volábamos los dos. Y a mí, por ser judío, me hizo orinar por mis compañeros”.

El subteniente Gustavo Malacalza del Regimiento 12 fue acusado de haber estaqueado a tres conscriptos por haber abandonado sus puestos para ir en busca de comida y revelar sus posiciones con armas de fuego. Oscar Núñez, también excombatiente, relató a varios medios que él y dos compañeros estaban carneando una oveja cuando fueron descubiertos por Malacalza, quien junto a otros militares “empezaron a patearnos y pisotearnos, finalmente llegó el estaqueo”.

“A veces matábamos una oveja; teníamos que comer la carne cruda, con la sangre que nos manchaba la cara… El hambre te hace hacer cosas que nunca pensás que podes llegar a hacer. El hambre es algo terrible”, relató el tucumano Carlos Quirós, también excomabtiente, a La Gaceta en 2013.

Desclasificación de los archivos

Luego de 33 años de lucha y de denuncias, en 2015 el Estado desclasificó los archivos y se entregaron 700 actas de las Fuerzas Armadas a la Comisión Nacional de ex Combatientes de Malvinas. Muchos de esos testimonios son las “actas de recepción” que los soldados tuvieron que completar al llegar al continente una vez terminada la guerra. Allí relatan los tratos ultrajantes a los que fueron sometidos y el estado de salud en el que se encuentran.

Esa documentación fue presentada por el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, querellante en la causa, como prueba en los tribunales de Tierra del Fuego.

Ernesto Alonso, integrante del Cecim, solicitó en ese momento que sean indagados cerca de doce militares, pero hasta ahora la Justicia continúa desoyendo el pedido. Alonso señaló entonces a la agencia Infojus que “a esta altura existe una clara responsabilidad del Poder Judicial. La causa va a cumplir diez años en 2017. Las pruebas sobran y son oficiales. No puede ser que uno de los militares imputados haya fallecido antes de ser indagado. Hablamos ya de una impunidad judicial y biológica”.

La (in)justicia es una más de las torturas

Esta dura batalla judicial se da contra la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en mayo de 2015 decidió dar por clausurado el tema y rechazó el último pedido presentado por excombatientes para que las torturas y tratos humillantes sufridos en Malvinas sean considerados crímenes de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles.

Frente a este blindaje judicial, desde el Cecim señalaron en ese momento que se quería “imponer lo que no pudieron hacer los militares durante la dictadura, que es silenciarnos”. Y agregó que el Cecim tiene “más de 125 denuncias y no vamos a dejar que queden impunes”.

Los excombatientes apelaron este fallo de la Corte ante a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), planteando una denegación de justicia por parte del Estado argentino. A partir de estos documentos se puede plantear una pelea más fuerte para que de una vez por todas se considere el carácter “imprescriptible” de estas vejaciones sufridas por los soldados en Malvinas a manos de los mismos que el continente torturaban, secuestraban y asesinaban.

Los caídos en Malvinas que aún no fueron identificados

En la Guerra de las Malvinas murieron 649 soldados argentinos. En el cementerio de Darwin están enterrados 237 de ellos, de los cuales se desconoce la identidad de 123. La lucha por recuperar la identidad de los caídos enterrados como NN, que lleva años, recién a fines de 2011 encontró algunas respuestas favorables, cuando excombatientes y familiares de los caídos presentaron un recurso de amparo ante la Justicia para que ordene su identificación.

A fines del año pasado Argentina y Gran Bretaña llegaron a un acuerdo para formar un equipo forense que identifique el ADN de los soldados enterrados. Por su parte excombatientes de Malvinas, familiares de los soldados caídos en combate, junto a organismos de derechos humanos decidieron lanzar, también a fines del año pasado, una campaña para impulsar la identificación de esos 123 soldados enterrados como NN.

En este marco a mediados de marzo de este año viajó a las islas una delegación de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), integrada por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, el excombatiente Alonso y el sacerdote José María Di Paola, entre otros. El viaje tuvo como objetivo reclamar por la “identificación de los 123 NN. Memoria, verdad, justicia y soberanía”, pero también denunciar la violación a los derechos humanos que sufrieron los soldados por parte de los militares argentinos.

La visita de los integrantes de organismos de derechos humanos, y en particular las declaraciones de Pérez Esquivel, que reclamó por la necesidad urgente de identificar a los enterrados como NN, fue repudiada por un grupo de familiares de excombatientes a través de un comunicado donde negaron que hubieran NN, e indicaron que “no podemos permitir que el odio y el resentimiento, producto de las luchas fratricidas que asolaron a nuestra comunidad, se ensañen con la honra a nuestros seres queridos, que entregaron sus vidas por una causa justa, avalada por la inmensa mayoría del pueblo argentino”.

Y acusaron a la delegación convertir a quienes cayeron peleando contra las fuerzas armadas británicas en “víctimas” de la última dictadura militar. “No son NN, son héroes de la patria”, gritaban.

Quienes dicen esto pertenecen a una comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, diseñada por la dictadura a fines de la guerra, para contener los reclamos de los soldados y familiares. Desde que la Justicia falló a favor del derecho a la verdad que reclaman excombatientes y familiares de los caídos, está comisión se puso más activa para impedir que avance la identificación de los NN. Les preocupa que los forenses no sólo identifiquen los cuerpos, sino que se conozca las causas de la muerte.

Como ya informó este diario, esta “comisión” fue creada por Héctor Cisneros, un exmiembro del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y hermano de un militar caído. Cisneros y otras personas fueron designadas en los 90 por el Gobierno de Menem como “administradores” del cementerio de Darwin.

A 35 años de la guerra de Malvinas, el reclamo de juicio y castigo a los cobardes que capitularon ante las tropas inglesas y torturaron a los soldados argentinos, junto al reclamo por identificar a los 123 soldados enterrado como NN, sigue más vigente que nunca.

MERCOSUR Y OEA

La derecha regional prepara una mayor injerencia sobre Venezuela

Tras el giro bonapartista del gobierno de Maduro, el Mercosur y el Secretario General de la OEA llaman a reuniones para definir sanciones y una mayor injerencia sobre la política venezolana.



A la sentencia del Tribunal Supremo venezolano, que acentúa el bonapartismo del Gobierno de Maduro, le siguió una serie de declaraciones de los gobiernos de la derecha regional, y el llamado a una reunión urgente de los cancilleres del Mercosur y la OEA.
Uno de los primeros en salir ayer a hablar de una "ruptura del orden constitucional" en Venezuela fue Mauricio Macri. Una declaración que formalizó junto a Lilian Tintori, esposa del encarcelado Leopondo Lopez, referente de la oposición de derecha golpista en ese país.

Represión burguesa en Paraguay

Circula en Internet un Video: el momento en que un policía asesina a un militante en Paraguay

Rodrigo Quintana, presidente de la Juventud Liberal de La Colmena, murió baleado en un local del partidario.
 Sin mediar palabra alguna, el policía disparó a quemarropa. Uno de los tiros le dio de lleno a Rodrigo Quintana, presidente de la Juventud Liberal de La Colmena, y le perforó ambos pulmones y el hígado. Terminó con su vida al instante. Después pasó por encima del cuerpo y lo pisó.
Un video captado por las cámaras internas del local del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), donde se llevó cabo la intervención policial en la noche del viernes, muestra el momento exacto en el que el Suboficial de la Agrupación Especializada, Gustavo Florentín, mató al joven.
El trágico suceso se produjo luego de que un grupo de manifestantes tomara e incendiara el Congreso Nacional. La protesta se había iniciado luego que el Senado aprobase en una sesión a puertas cerradas y casi secreta la enmienda constitucional que impulsa el presidente Horacio Cartes, y el ex mandatario Fernando Lugo, para posibilitar la reelección, prohibida en 1992 por la Asamblea Constituyente. Ahora será tratada por Diputados y, si avanza, deberá ser autorizada por un referéndum.


Poco apoyo en la marcha organizada por CAMBIEMOS

Además usaron el eslogan de "marcha por la democracia" y hubo gente que marcho sin saber que era en apoyo del Macrismo...


Se presenta en Bulogne la obra "Cuentos de la vía Láctea"

En el Partido de San Isidro, se presenta en el Barrio de Bulogne la Obra del escritor Barreiro.
La misma será en la estación de tren de Bulone este domingo a las 20 hs.
Entrada libre y gratuita.



Libro sobre pedagogía argentina