Sabemos que hay jugadores bien “Peseteros”
como se dice en España, o que “le gusta más la plata que la pizza” como se dice
en la República de La Boca. La siguiente es una anécdota que sucedió con el
querido Ídolo de Boca Juniors el goleador Mario Boyé quien jugó 328 partidos en
Boca Juniors y convirtió 186 goles….. Realmente un ídolo en el fútbol y en la
vida xeneize.
Es tan solo una anécdota y por
contarla no es intención de desprestigiarlo ni mucho menos, sino que todo lo
contrario luego de que paso este altercado las cosas se encaminaron y el amor
entre Mario Emilio Heriberto Boyé y la barra de Boca, los socios y
simpatizantes de Boca Juniors siguió por mucho tiempo. Hoy las nuevas
generaciones recuerdan a otros delanteros más recientes ya hijos de la
generación del microchips. Como Martín Palermo, Manteca Martinez, o Guillermo
Barros Schelotto.
En el mes de Marzo,
el 17 de 1946, jugaban en el estadio de
Ferrocarril Oeste, contra Racing Club de Avellaneda, Clásico si los hay para la
gente de La Boca, dado que son vecinos que viven del otro lado del Riachuelo,
no son como esos plumíferos del descenso que abandonaron el barrio para emigrar
a un lugar más finoli. El partido era por la copa Pedro Pablo Ramírez
correspondiente al año 1945, pero por motivos de agenda se jugó en 1946.
La prensa durante
el mes de marzo decía que Mario Boye trabajaba a reglamento porque los
directivos del Club estaban renegociando el Contrato de Mario Boye quien hacia
al menos desde 1941 que ya se había ganado el corazón de buena parte de los
socios de Boca Juniors.
En este partido “el
delantero rubio”, como lo nombraban algunos medios gráficos como la revista
“Boca…!”, Mario Boye pone el centro del gol que termina convirtiendo el jugador
de Boca Ferrari (quién había convertido el primer gol también). Mientras
Ferrari sale a festejar el gol, Boye mira a la hinchada y se agarra los
genitales, como diciendo tomen para ustedes…
Sin duda disparo
momentáneamente la locura de los socios de ese sector, pero luego el contrato
por los números se firmo, y las aguas se calmaron y Mario Boye siguió jugando
en Boca Juniors para ser uno de los máximos ídolos xeneizes. Pero ese gol marco
el 2-1 de Boca sobre Racing y de esta manera otra copa quedo en la Boca.
Otros jugadores más
actualmente realizaron cuestiones similares de enfrentar a los socios de Boca
con gestos y no les fue bien, como por ejemplo Pablo Pérez con la platea
xeneize. Paso por Boca sin pena ni
gloria, dado que nunca fue de Boca Juniors, fue tan solo un pesetero más que
paso por la rivera.
El querido y
recordado Mario Boye vive en el corazón de los socios de Boca Juniors a pesar
de que, paso por otros equipos de Argentina Como Racing Club (Avellaneda) o
Huracán (Parque Patricios), pero termino su carrera en el xeneize.
Por eso recordamos esta anéccdota para que si algún
anti boca la quiere reflotar y ensuciar al querido Boyé, nosotros los socios de
Boca Juniors ya la sabemos a esta historia. Y la celebramos porque Boca Juniors
es pasión es decir todo desde el corazón dejando de lado la hipocresía de ser
“políticamente correctos” a la hora de expresar nuestros sentimientos.
Ulises Barreiro
Fuente de la noticia: Revista
“Boca…!”, año 1946, 21 de marzo, número 185, año IV, página 22, Buenos Aires,
Argentina.
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